N° 58 | 28.08.2022
Una joven familia china [CGTN]
Los cambios demográficos de China: la importancia de crear un entorno más positivo para los jóvenes
Zhōu Yǔxiāng (周宇香)
Zhou Yuxiang trabaja en la Escuela de Sociología y Estudios Poblacionales de la Universidad de Renmin de China, enfocándose en la población joven de China y las políticas relacionadas.

Contexto:

Un tamaño y una estructura razonables de la juventud (entre 14 y 35 años) son una base importante para el desarrollo social de China. La demografía de China está cambiando a medida que la tasa de fertilidad sigue descendiendo, la población se avejenta, la urbanización se acelera y la movilidad de la población se intensifica. Las grandes diferencias intergeneracionales e interregionales en el tamaño y la estructura de la población requieren mayor atención.

Puntos clave:

Características y cambios de la población joven de China

  • La coexistencia de una población joven en declive y una creciente población envejecida plantea desafíos estructurales para el desarrollo social. De acuerdo al primer censo, la población joven era de sólo 196 millones de personas en 1953. Alcanzó su pico de 491 millones en 2000, según el quinto censo, después del cual comenzó una tendencia a la baja. A fines de los años 80, la proporción de chinos de más de 65 años creció relativamente más rápido que otros grupos poblacionales. En 1953, la población de más de 65 representaba solo el 4,41% del total, en el año 2000 pasó a ser el 6,96%, y en 2020 llegó al 13,5%. La caída en la población joven es, en parte, resultado de la política de un solo hijo de China y del rápido crecimiento económico con su consecuente transformación social.
  • Comparando a China con los grupos etáreos de la población global, la proporción de la juventud china ha disminuido significativamente y se está acercando a la de Japón y otros países desarrollados con serios problemas de envejecimiento. En 2020, la población global de entre 14 y 35 años era de 2.650 millones, pero la juventud china contaba solo por el 16,43%, alrededor de 8 puntos porcentuales menos que el pico alcanzado en 1986. En 2025, según modelos estadísticos, la proporción de la juventud china caerá al 14,58%, en 2030 al 13,58% y en 2050 a solo 11,5%. Aunque la población joven de la India también tenderá a la baja después de 2027, en 2050 aún contará por el 16,82%. La proporción de género en la población joven de China también se encuentra en un estado de desbalance.
  • La rápida urbanización después de la reforma y apertura llevó a muchos jóvenes a vivir en las áreas urbanas. En 1982, la migración interna era de solo 6,57 millones de personas; el séptimo censo llevado a cabo en 2020 demostró que este número creció 57 veces llegando a 376 millones. Para la población joven, se traduce del 22,53% en 1982 al 71% en 2020. El desglose por género indica que hay más mujeres que varones jóvenes.

Desafíos ocultos en estos cambios y posibles soluciones

  • El descenso de la población juvenil femenina, la elevada resistencia al matrimonio y las bajas tasas de fertilidad hacen que la tasa de natalidad fluctúe. Incluso si la tasa de fertilidad creciera en el futuro, el tamaño de la población juvenil y su proporción en el total de la población continuará decreciendo a largo plazo, lo que puede ampliar la brecha de desarrollo entre la juventud de diferentes regiones, causando un impacto negativo en la revitalización rural y la prosperidad común. Además, un mayor número de hombres solteros en las zonas rurales puede generar problemas para la gobernanza a nivel de base.
  • Frente a estos desafíos, China debería redefinir la cultura del matrimonio, reducir el costo de los partos, el cuidado de los niños, la educación y otras necesidades económicas para resolver los problemas prácticos a los que se enfrentan los jóvenes en edad de casarse. Hay que poner fin a las interrupciones de embarazos que se dan por motivo de selección por género, es decir, sin razones médicas, para revertir el desbalance a largo plazo en la proporción de sexos entre los recién nacidos. Se debe acelerar el desarrollo de servicios públicos de alta calidad en las regiones centrales y occidentales y las zonas rurales para alentar a la juventud para que vuelva a trabajar y emprender en sus ciudades de origen.
La transformación del mercado inmobiliario: usar la crisis para promover el desarrollo sustentable y el crecimiento económico
Xià Bīn (夏斌)
Xia Bin fue consejero del Consejo de Estado de la República Popular de China. En 2012, fundó el Foro de Economistas Líderes de China y fue su primer presidente. También estableció el Instituto de Finanzas y Banca del Centro de Investigación del Desarrollo del Consejo de Estado, y ahora es su director honorario. Sus principales áreas de investigación son la política macroeconómica, la política monetaria, la regulación financiera y el desarrollo del mercado de capitales de China.

Contexto:

El mercado inmobiliario está enfrentando una grave crisis. Los indicadores clave de diversas áreas, desde compra de tierra a la construcción y las ventas, tuvieron crecimiento negativo en el primer semestre de 2022. Algunas compañías inmobiliarias no pudieron entregar las viviendas listas para ser ocupadas y los compradores dejaron de pagar sus hipotecas. El gobierno está comenzando a intervenir y supervisar estos problemas. En este artículo, el autor plantea su perspectiva sobre el desarrollo del mercado inmobiliario y pronostica las tendencias futuras del mercado.

Puntos clave:

  • Durante los años 90, tres políticas proporcionaron un gran estímulo económico por el lado de la oferta y sentaron las bases para el rápido desarrollo del mercado inmobiliario de China en las siguientes dos décadas: 1) permitir que los gobiernos locales generen ganancias de la venta de los derechos de uso de la tierra; 2) poner fin a la distribución de viviendas públicas para promover el mercado de viviendas comerciales y; 3) nacionalizar las tierras rurales de propiedad colectiva y permitir su uso para la construcción. Con el ingreso de China a la Organización Mundial del Comercio a principios de los 2000, el rápido crecimiento económico, la urbanización y las inversiones estimularon la demanda residencial, causando el aumento de los precios.
  • En los últimos 20 años, el impulso del mercado inmobiliario influenció positivamente el crecimiento económico nacional. Sin embargo, la dependencia en el mercado inmobiliario para este crecimiento económico también creció significativamente, lo que dificultó el ajuste de las políticas y las hizo desiguales. Un conjunto de problemas continuaron acumulándose, llevando eventualmente a la actual crisis.
  • Depender del aumento continuo de los precios de las viviendas no es un modelo de crecimiento sostenible por cuatro razones: 1) los precios de las viviendas son inalcanzables en algunas ciudades; esto tiene el potencial de causar problemas sociales como la falta de vivienda y la inestabilidad política, 2) con el aumento de la tasa de urbanización y una población envejecida, el inventario de casas en las ciudades de tercer y cuarto nivel creció significativamente; el problema del exceso de demanda se está haciendo gradualmente prominente y podría crear una brecha de desigualdad, 3) algunas empresas inmobiliarias están al borde de la bancarrota debido a la deuda a gran escala y ya no cuentan con los fondos para la compra de tierra, y 4) los ingresos de la venta de tierras, que contribuyen al 40% del ingreso de los gobiernos locales, están disminuyendo mientras se expande el riesgo sistemático de la deuda local oculta. Es hora de cambiar el modelo de “financiarse de la tierra”.
  • Para reformar el mercado inmobiliario, primero es necesario adherir al principio destacado por el presidente Xi: “las casas son para vivir, no para especular”, entendiendo que las casas son bienes de los consumidores y no inversiones financieras. En segundo lugar, se debe garantizar un suministro suficiente de viviendas públicas para alquiler y de viviendas subsidiadas por el gobierno para los grupos de bajos ingresos, especialmente los trabajadores migrantes. Tercero, el gobierno debe asegurar la entrega de viviendas listas para usar para estabilizar el mercado inmobiliario nacional. Por último, pero no menos importante, debería organizarse un grupo dedicado a proponer un mecanismo y un sistema de políticas a largo plazo para el desarrollo sostenible del mercado inmobiliario de China.
  • El gobierno no ofrecerá apoyo financiero ilimitado a las empresas inmobiliarias. Partiendo de la premisa de garantizar la estabilidad social, hay que liquidar un grupo de empresas inmobiliarias que llevan mucho tiempo obteniendo malos resultados.

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